Positivas o Negativas, ¿Qué emociones sientes?

En el estudio de las emociones y la educación emocional se plantean dos grandes categorías de emociones: las positivas y las negativas.

Para esto conviene tomar conciencia de que las palabras activan emociones, y las emociones pueden generar actitudes, que son una predisposición a comportarse a favor o en contra de algo o alguien.

Las emociones negativas surgen como parte de adaptación y supervivencia del ser humano. Son nuestra defensa en contra de amenazas externas y nos ayudan a enfrentarlas. Por ejemplo: la tristeza es una respuesta adaptativa ante una pérdida; el enojo, surge cuando alguien nos ataca o invade.

Las emociones positivas, cumplen un propósito educativo, ya que se ha encontrado que amplían nuestros recursos intelectuales, físicos, y sociales, y permiten construir reservas que nos ayudan a enfrentar amenazas. Por ejemplo: la alegría; el placer, la serenidad, la esperanza y la tranquilidad.

Las emociones positivas y negativas son normales ya que marcan el reflejo de las vivencias en nuestro interior. Pero a veces nos resulta difícil aceptar lo que sentimos y podemos juzgarnos a nosotros mismos por sentirnos de cierta manera.

No juzgues tus emociones, ya sean negativas o positivas, siempre llevan un aprendizaje.

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¿Cómo nos ayudan las emociones negativas?

Las emociones negativas nos alertan de las amenazas o los desafíos que debemos enfrentar. Por ejemplo: El temor puede alertarnos de un posible peligro.

Las emociones negativas se encuentran en nuestra conciencia. Estas ayudan a detectar un problema para poder enfrentarlo.

El exceso de emociones negativas puede hacernos sentir abrumadas, ansiosas, exhaustas, o desbastadas.

Cuanto más tiempo le dediquemos a las emociones negativas, más emociones negativas comenzaremos a sentir. Al centrarnos en la negatividad, esta aumentará.

by: Nathan Dumlao on Unsplash

¿Cómo nos ayudan las emociones positivas?

Las emociones positivas contrarrestan a las negativas, pero estas también tienen otros beneficios importantes. En lugar de limitar nuestra mente como lo hacen las emociones negativas, las emociones positivas afectan a nuestro cerebro y aumentan nuestra conciencia, atención y memoria.

Las emociones positivas nos llevan a un mejor desempeño en las tareas y evaluaciones, porque estas nos llevan a tener nuevas posibilidades, más capacidad para aprender y mejorar nuestras habilidades.

Las personas con muchas emociones positivas en su vida cotidiana suelen ser más felices, más saludables, aprenden mejor y se llevan bien con los demás.

Debemos ser conscientes que para llevar una vida saludable y equilibrada, debemos cuidar nuestra mente.

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